“No hay nada qué curar”

’There is nothing to cure’’
“No hay nada qué curar”
Autor: Carlos Andrés Naranjo Arroyave
27 de Junio de 2011

Aunque no existen cifras exactas, se estima que un 10% de la población mundial es homosexual. Desde los 15 años Alejandro se ha reconocido como tal haciendo parte del colectivo académico Cain.

Alejandro se desempeña como asistente en la Coordinación Política de la campaña Fajardo Gobernador.

A la edad de 14 años decidió aceptar su homosexualidad en frente de su madre. Con 3 años en el activismo gay, ha defendido los Derechos Sexuales especialmente referidos a las personas Lgtb, la diversidad sexual y las identidades de género. En la actualidad es asistente político de la campaña de Sergio Fajardo a la Gobernación de Antioquia.

-¿A qué edad decidió aceptar su homosexualidad?

“A los 14 años frente a mi mamá, que me respaldó”.

-¿Cómo vio su familia la decisión que tomó?

“En ningún caso hubo reproches. Sí con mucha expectativa por lo que eso significaba, por ejemplo que yo quería ser mujer. Pero con el tiempo se dieron cuenta de que ser gay era diferente a sentirse insatisfecho con el sexo biológico masculino, con el que me siento completamente identificado”.

-¿Cual es su opinión sobre la adopción por parejas del mismo sexo?

“Mi opinión es que la adopción debe desarrollarse dentro de un proceso igualitario, sabemos por la misma Organización Mundial de la Salud, y también por organizaciones de psiquiatras y psicológicas de diferentes países, que la homosexualidad no es un enfermedad y que, como tal, no inhabilita a una persona para ser padre o madre biológico, o adoptivo, por lo tanto lo que se pide es un proceso de adopción igualitaria en donde los padres o madres adoptantes sean calificados por sus capacidades económicas, psicológicas y emocionales”.

-¿Y qué piensa del matrimonio entre parejas del mismo sexo?

“Es una situación similar. El Estado debe brindar seguridad jurídica a todos sus ciudadanos sin distinguirlos por la orientación sexual”.

-Algunos insisten en curar la homosexualidad, los religiosos, por ejemplo...

-“Si no es una enfermedad, como lo dijo la OMS, pues no hay nada qué curar, así que evidentemente no”.

-¿Existe alguna ley o decreto que proteja sus derechos?

“La Constitución Nacional. También están los tratados internacionales que ha suscrito Colombia como una reciente declaración del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en la que se invita a luchar contra la homofobia en todos los ámbitos de la sociedad”.

-¿Cuál es su papel dentro de la comunidad gay en Medellín?

“En primer lugar no creo que exista algo que pueda ser llamado “comunidad gay”, y menos que dentro de ella haya unos papeles. Mi papel es social y no está restringido a gay, está abierto a las personas que se sienten agredidas en su hogar, por su familia o en la escuela o la calle y promover la denuncia de esa discriminación, así como exigir en las autoridades respuestas a esas denuncias. También en mi papel como politólogo, como investigador social está la responsabilidad de identificar y definir ciertas problemáticas que afrontamos las personas”.

-¿Qué opinión le genera las decisiones de la Iglesia Católica?

“Bueno en primer lugar depende con respecto a que tema se refiera, pero si hablamos de la opinión con respeto a las personas Lgtb y sus derechos, me parece que son una opinión muy extremista, disparatada en tanto no tiene en cuenta la realidad de la gente y del país, pues somos un país laico por lo menos en lo legal y pues, como tal, las leyes del Estado no pueden regirse por su derrotero moral”.

-¿Cómo se definiría?

“Como un ciudadano que defiende la igualdad, los derechos humanos”.

-¿Qué consejo les daría a los jóvenes que aún no tienen la valentía de reconocer su homosexualidad?

“Que asuman el riesgo de vivir su vida libres de los prejuicios de la sociedad, que se asuman tal cual son, que se informen de cómo defender sus derechos si los ven vulnerados por ser lesbianas, gay, bisexuales o transexuales”.

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